
La Comisión Nacional Honoraria de Zoonosis, en colaboración con diversas instituciones, está llevando a cabo el segundo ciclo de un plan de trabajo interinstitucional para controlar la leishmaniasis en el departamento. El objetivo principal es reducir la alta prevalencia de la enfermedad en perros y prevenir su transmisión a humanos, algo que, felizmente, aún no se ha registrado en Artigas, a diferencia de Salto.
La médica veterinaria Gabriela Trivel, de la Comisión de Zoonosis, explicó que este trabajo se realiza puerta a puerta en 24 manzanas de una zona delimitada por la Comisión Nacional de Zoonosis como de alta prevalencia, donde se concentra el mayor número de perros positivos al parásito. En este esfuerzo conjunto participan la Facultad de Veterinaria, el Ministerio de Salud Pública, colegas de otras Comisiones de Zoonosis de otros departamentos, municipios y el Ejército.
La actividad puerta a puerta consiste en informar a los vecinos sobre la leishmaniasis, realizar el test del parásito a los perros de cada vivienda, colocarles un collar repelente (con Deltametrin al 4%) y, si no lo tienen, chipearlos. Todos los datos se ingresan a una base de datos. La iniciativa prevé tres ciclos de trabajo cada seis meses, tanto en Bella Unión como en Salto.
En Bella Unión ya se está en el segundo ciclo, mientras que en Salto recién se inició el primero debido a la gran extensión de la ciudad. Trivel espera que para fines de año o enero, al culminar el tercer ciclo, la prevalencia de la enfermedad descienda notablemente.
Artigas presenta una alta incidencia, superando incluso a Salto, con un 11,4% de perros parasitados, especialmente en Bella Unión, aunque también hay presencia del parásito en barrios de la ciudad de Artigas como los cerros y Pintadito, detectada a través de colegas de la actividad privada que colaboran con los test de Zoonosis.
La prevención se enfoca en proteger a perros y humanos de la picadura del flebótomo (la «mosquita» transmisora). Para ello, se recomienda el uso de repelentes y collares para los animales. En cuanto a los humanos, las medidas incluyen mantener el entorno limpio, evitando restos de podas, usar repelente personal y colocar mosquiteros en las aberturas de las viviendas. «Si el entorno está limpio, los animales y el hombre, hay un ambiente saludable para todos», concluyó Trivel.