
Un relevamiento reciente mostró un crecimiento exponencial en el consumo de bebidas energizantes entre adolescentes en Uruguay, pasando de un 37% a casi un 70%. Según Héctor Suárez, coordinador del Observatorio de Drogas, esta tendencia se observa desde 2014 y es especialmente preocupante en la franja etaria de 13 a 15 años.
El consumo de estas bebidas puede tener riesgos para la salud, especialmente cuando se combina con alcohol. Además, muchos adolescentes las consumen como estimulantes para estudiar o realizar actividades deportivas. Los expertos advierten que ni los adolescentes ni sus padres son conscientes de los riesgos y recomiendan prevención especial para los más pequeños, poblaciones vulnerables y mujeres embarazadas.
La toxicóloga Alba Negrín explicó que el principal componente de estas bebidas es la cafeína de síntesis química, que puede producir estimulación y disminución de la sensación de cansancio. Sin embargo, su consumo puede tener consecuencias negativas, como retraso en el crecimiento intrauterino e inmadurez del feto en mujeres embarazadas. Negrín considera que Uruguay debería regular su uso para proteger a la población vulnerable.