La Selección se retiró de la cancha por cuarta vez consecutiva sin anotar. Lleva 388 minutos sin hacer goles. Derrota ante Brasil en el Estadio. Empates ante Paraguay y Venezuela y nueva caída en Copa América ante Argentina.
La propia estructura de la presente edición de la Copa América, donde clasifican 4 de 5 que integran el grupo, evita que tengamos que ser muy rígidos o severos en los juicios.
Cavani no jugó los dos últimos partidos. Pensábamos que su retorno mejoraba las chances de convertir, que quizás aparecía el juego colectivo que restableciera el funcionamiento de nuestros volantes y la posibilidad de que a los delanteros les llegara el balón con chances de convertir.
Nada de eso sucedió. La salida de la defensa para la transición de la pelota no fue buena, perdimos muchos balones y también las pelotas divididas. El primer tiempo fue malo para nuestra Selección que además tomó un gol de un tiro de esquina con mala cobertura en el segundo palo y una defección de Bentancur al que anticiparon en la altura para convertir – a la postre -, el único gol del partido a los 13´de juego por parte del volante Guido Rodríguez.
Un solo remate al arco en el primer tiempo desviado de Bentancur. Eso fue Uruguay.
El segundo tiempo arrancó mejor, con otra dinámica, Argentina retrasado con dos líneas de cuatro, esperando, cediendo terreno y contragolpeando. Ni De la Cruz, ni Valverde que jugó por derecha por afuera y mejoró notoriamente cuando pasó a ser el 5, lograron generar luego de recuperar, para que los delanteros pudieran crear peligro.
Alguna incursión como el centro de Viña que no llega a conectar ni Cavani ni Suárez. La media vuelta del delantero del Atlético de Madrid en otra incidencia que se va alta sobre el horizontal.
Lo mejor de Uruguay la seguridad de Muslera, el trabajo de Godín recuperándose de sus bajas performances últimas y el trabajo de Cavani intentado por todos lados, bajando a buscar balones. El resto poco, con ganas pero con errores.
Da la sensación que podría recuperar funcionamiento trabajando todos juntos varios días. Y además solo se precisa ganar un partido y algún resultado más combinado para clasificar. Lo mejor viene después de la serie.
Hay tiempo y habrá que corregir. Espacio tiene el técnico para revertirlo y espera – como todos – que el equipo en la cancha recupere el potencial que tiene desde los nombres y porque lo que pueden recuperar la buena imagen son los jugadores. Chile el siguiente rival parece ser buen argumento para redimirse.
Argentina no es una selección avasallante, da la sensación que convierte y cuida. Marca más. Genera menos, pero tiene velocidad y jugadores de alta gama. No es mezquina pero si cuidadosa. Messi siempre da, el fondo es parejo, los de adelante tienen buen uso del ritmo, de la velocidad y de las pausas. Estará en la definición.
Fuente: APU.UY