Así quedaron algunas de las señales del nomenclátor público tras la una noche de bailes por la ciudad.
A primeras horas de la mañana de este martes 25 de agosto ésta era la situación en la intersección de Berreta y Río Branco. Dos carteles, uno indicador de las calles y el otro una señal de pare, arrancados seguramente por vándalos que recorren la ciudad tras salir de los bailes.
Esta vez fue, tras finalizar la noche de la nostalgia. Seguramente fueron jóvenes, pasados de copas que perdieron su memoria en la noche de los recuerdos y no recordaron el valor que tiene el mobiliario público, no recordaron la función pública que cumplen, en este caso informativa y preventiva.
Seguramente olvidaron los conceptos de ciudadanía, libertad, respeto y honestidad. Tal vez ni los conozcan porque deben ser los modernos Ni-Ni, muchas veces consentidos por los proyectos educativos que no educan pero que son propuestos por los gobernantes nacionales desde un escritorio.
Los NI-NI son tan NI-NI como los gobernantes nacionales, todos: ni respeto, ni me importa, ni trabajo, ni recuerdo.