Sin lugar a dudas el Carnaval de Gualeguaychú (Argentina) es un carnaval bien pensado. Pensado para el turista, pensado para la prensa y pensado para la gente de la ciudad.
Pasado el mediodía del sábado las carrozas (alegorías) de cada agrupación estaban ubicadas en la concentración, prontas para ingresar al corsódromo a las 22.30 horas. Sería la segunda noche de 7 que enmarcan el carnaval del país, como así lo llaman.
Puntualmente a la hora indicada inició el desfile de comparsas. Primero fue Are Yaví, despúes Marí Marí, la más grande y por último la bicampeona Kamarr. Este año no desfilaron Papelitos y O’ Bahía. Es un sistema diferente, pero solidario y racional.
Diferente a los carnavales de la región. Solidario porque los miembros de las comparsas que no salen trabajan en las que sí lo hacen. Y racional por la visión de la fiesta como una marca que promueve la llegada de turistas.
El desfile de comparsas terminó puntualmente a las 2.30 lo que marcó la pauta dela organización del evento. Más de 30.000 personas comparecieron a una noche con muy agradable temperatura.
Es un carnaval bien pensado. Razones: el turista disfruta de la fiesta con todos los servicios en el corsódromo y fuera del mismo. La prensa tiene su lugar para trabajar con todas las facilidades. Por último, la gente de la ciudad, quienes también hacen el carnaval pagan 50 pesos argentinos por el espectáculo, equivalentes a $105 uruguayos.