Muchas veces nos preguntamos porque nos suceden ciertas cosas, y generalmente estas cuestiones surgen cuando no todo está tal cual lo esperamos.
Para los que tenemos Fe puede ser más fácil tratar de entender o buscar un sentido a ciertos hechos o momentos de la vida pero algunas personas suelen sentirse un tanto perdidas y abandonadas ante determinadas circunstancias.
Debemos ante cada situación sea esta de mucha felicidad o un gran problema realizar “el camino inverso” o sea pensar el recorrido por el cual transitamos para encontrarnos precisamente donde estamos. La mayoría de las situaciones o acontecimientos de la vida salvo males comunes para toda la humanidad como las enfermedades o pérdidas son percibidos de forma totalmente diferente de acuerdo al momento o con quien nos encontremos en la vida.
Tomemos como ejemplo un embarazo, un bebé debe ser siempre un motivo de alegría. Indudablemente lo será cuando planificado o no, sus padres se encuentran en una relación estable y con un hogar organizado en todos los sentidos, desde lo afectivo hasta materialmente, sin embargo cuando se trata de un embarazo adolescente ya la situación será vivida de forma diferente y si a ello le sumamos una situación económica precaria y un padre que no hace frente a sus responsabilidades el momento por el que estará pasando esa joven no será, como sí debería, uno de los más felices de su vida.
¿Y ahora? Al realizar el camino inverso, para la pareja recordar el momento en el que por primera vez cruzaron miradas los llenará de gozo pues el fruto de lo que con amor construyeron se materializa ahora en un bebé a quien sus padres estarán soñando e imaginando su rostro.
La futura mamá adolescente ¿cómo vivirá ese camino?…
Vamos a dejar planteada la situación y cada uno podrá reflexionar, colocarse en la situación, meditar.
Todos más allá de los primeros años de vida tenemos la posibilidad de ir forjando nuestro destino. Es verdad que un niño no puede decidir por la familia y que en esa etapa de la vida las decisiones serán tomadas por los padres y que muchas veces las consecuencias de las mismas estarán presentes en forma permanente. Estos son factores que son parte de lo que somos como un todo, de la personalidad e incluso físicos en muchos casos (consecuencias de la alimentación, etc) que podrán acompañarnos de por vida. Luego de ello ya con el paso del tiempo pasamos a ser responsables por nuestro destino y el momento que vivimos actualmente es indudablemente el fruto de decisiones tomadas por nosotros mismos.
¿Hasta donde nos esforzamos por hacer las cosas correctamente? ¿hasta que punto somos la persona que queremos ser? ¿que nos motiva: Fe, amor, ambición, miedo, rencor? ¿Por y para que vivimos?
Seguramente muchos dirán, verdaderamente, que para sus familias para las personas que aman y seguramente serán los combustibles más potentes capaces de ayudarnos a obtener fuerzas de donde no imaginábamos tenerlas. Es importante no olvidar que las personas que amamos y nos aman tanto como nosotros a ellos quieren vernos felices. Quizá trabajar en exceso por una mejor remuneración no llegue a brindar la felicidad que pensamos y muchas veces un pequeño momento o gesto compartido con amor o sinceridad valdrá mucho mas que grandes logros materiales.
Es verdad que hoy día con el gran consumismo cada vez queremos poseer mas bienes y que se llega a confundir la verdadera felicidad o frustración con el valor de la cuenta bancaria o el modelo del coche pero cuando se nos presentan situaciones que nos conmueven pasamos a darnos cuenta que quizá debemos ajustar la mira.
Últimamente se ha hablado de la esclerosis lateral amiotrófica (abreviadamente, ELA) una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular donde en el furor de las redes sociales y tras campañas de concientización se ha pasado a conocer la terrible enfermedad que padecen muchas personas (entre ellas Stephen Hawking una de las mentes más brillantes a nivel mundial) y es así que muchos padres pasan a pensar y dar el valor que tiene la salud de sus hijos e incluso nosotros mismos pasamos a valorar más el hecho de gozar de salud, poder movilizarnos realizar las tareas cotidianas. Es entonces que viendo la situación de tantas personas que viven y sufren diversas enfermedades y situaciones muchas veces irreversibles que debemos dar un alto a los pensamientos que nos hacen sentir que “todo está mal”y comenzar a valorar las a las personas que tenemos en nuestras vidas y la vida misma como un todo, nuestra existencia.
Muchas veces hay personas que van por la vida sembrando intrigas, violencia, desamor y como consecuencia cosechando dolor, rencor, soledad sin pensar en las consecuencias de sus actos. No debemos permitir que nuestra vida siendo esta una bendición, un verdadero tesoro se convierta en un martirio. Sí respiramos, sí tenemos fuerzas, debemos buscar ser felices sí amamos y somos amados, sí tenemos la posibilidad de compartir momentos únicos con las personas que realmente nos importan ¿para que esclavizarnos en las redes sociales, alejarnos de quienes realmente importan en nuestras vidas? Hoy domingo o el día que sea, sin importar el color del cielo o la temperatura, ¿que tal correr y darle un abrazo a las personas que amamos?. Es importante exteriorizar con palabras y gestos lo que sentimos. Muchas veces creemos que el otro lo percibe y puede no ser así, quizás muchas veces actuamos solamente pensando en nosotros o sin imaginar el daño que podemos causar, es por ello que no debemos esperar para demostrar a quienes nos importan todo lo que significan en nuestra vida.
Nos nos permitamos llegar al último día de nuestra vida como sí nunca hubiésemos vivido, cómo sí nunca hubiésemos amado.
Toda historia puede tener un final feliz y volviendo a nuestro ejemplo, la madre adolescente puede convertirse en una gran madre, al percibir que ahora ya no responde sólo por sí sino por la felicidad de su pequeño o pequeña y puede convertirse en el motor de su vida, por quien decida superarse y luchar cada día.
Hoy estás vivo, hoy estás a tiempo de comenzar a escribir el capítulo mas anhelado de tu historia.
Vamos… no te quedes sentado… ten Fé. Lucha con verdad, con todo el amor y la pasión del mundo por lo que quieres y realmente te hará feliz.